miércoles, 12 de diciembre de 2012

Buscan evidencias directas de la caza de mastodontes por humanos

¿Los seres humanos cazaban mastodontes hace más de 20 mil años? ¿Es cierto que preferían capturar estos mamíferos porque suponían reserva de carne por un largo período? ¿O simplemente eran presas inalcanzables?

Esas interrogantes no han podido ser respondidas con certeza por la ciencia, a pesar de que los nuevos hallazgos se acercan cada vez más a la resolución de la duda.

Estudios de prospección geológica e información de pobladores del estado Lara permitieron encontrar piezas dentales de un mastodonte juvenil y de otro individuo de mayor edad, junto a una piedra trabajada por el hombre. El hallazgo se realizó en un lugar situado entre Carora y Barquisimeto, gracias a excavaciones efectuadas por el Dr. Ascanio Rincón y el ingeniero Andrés Solórzano, investigadores del Laboratorio de Biología de Organismos del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).

La pieza dental de mastodonte fue encontrada en el estado Lara, entre 4 y 5 metros de profundidad. 
Foto Andres Rivas
“La roca tallada data de la misma época de los restos de mastodonte, pues en ambos se encontró el mismo material sedimentario” explicó Rincón. Sin embargo, aun no se ha descubierto evidencia directa para determinar que el mamífero haya sido cazado con el fin de alimentar a las primeras poblaciones humanas, a pesar de que la presencia de herramientas sugieran que ambas especies convivieron.

Todavía falta camino por recorrer para aclarar el panorama. “Tenemos vestigios indirectos de la relación por la aparición de los instrumentos, pero no hemos hallado puntos de percusión en huesos de mastodonte que nos indiquen si efectivamente el hombre usaba las herramientas para destazar animales, produciendo heridas en los huesos que se pudieran apreciar hoy” detalló el paleontólogo.

Durante las excavaciones efectuadas en el año 2009, inscritas en el proyecto Paleomapas del IVIC, también se localizaron dientes de caballos, así como fósiles de macrauquenias y gliptodontes, que conformaban parte de la mega fauna que, según las evidencias, habitaba en Venezuela entre 27 y 10 mil años atrás aproximadamente.

Dichos restos se encontraron entre tres y cuatro metros de profundidad por la población cercana, que desconocía la existencia de los fósiles y excavaron para aprovechar los recursos acuíferos en la siembra.

Todavía se desconoce la edad exacta de los fósiles. Para ello, serán sometidos a pruebas de carbono-14, ya que este isótopo se encuentra en todas las muestras orgánicas con menos de 45.000 años de antigüedad. De igual manera, no se ha podido determinar a qué especie pertenecen estos individuos, labor que amerita más evidencias. Sin embargo, se presume que pudiese tratarse del Stegomastedon waringi, diseminada en la parte norte de Suramérica, según lo refiere la literatura.

La custodia legal de los especímenes pertenece al IVIC actualmente, por cumplir con las condiciones establecidas para protegerlos, tal como se estableció en providencia del Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), ente regulador de la materia en Venezuela.

Asentamientos criollos
En las excavaciones, a cargo
del investigador Ascanio Rincón,
se encontraron piezas dentales
de mastodonte. Foto Andres Rivas
Los mastodontes, clasificados taxonómicamente en el género Stegomastedon, fueron mamíferos herbívoros de origen Norteamericano y con características similares al elefante actual. Se presume que aparecieron en La Tierra hace aproximadamente 45 millones de años y llegaron al continente a través de las conexiones entre los continentes generadas por el descenso del nivel del mar, evento que ocasionó el congelamiento de los cuerpos de agua.

El Stegomastedon, cuyo cuerpo estaba recubierto por pelo grueso, formó parte de las especies de fauna que recorrían la geografía venezolana en búsqueda de alimento.

Imaginar a estos animales atravesando con sus gruesas patas las tierras de la actual Sierra de Perijá, en el estado Zulia, así como los territorios de Falcón, Lara y Monagas, es posible gracias a los aportes de los resultados de las investigaciones paleontológicas.

“Nuestro deseo es continuar con las investigaciones y excavaciones en el sitio, porque el propósito final de estos trabajos es mostrarle a los venezolanos cuál es su patrimonio histórico, para que conozcan de dónde proviene la flora y fauna actual” afirmó Rincón, quien advirtió que esta información es imprescindible para poder predecir cómo se comportarán los ecosistemas y las especies ante los posibles cambios climáticos.

El análisis de estas piezas puede demorar algunos años, si se toma en cuenta que además de documentarlas con la literatura disponible, se necesitan hacer comparaciones con fósiles similares resguardados en museos en otras partes del mundo.

Fuente:
Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC)
Bitácora | Boletín Informativo
http://bitacora.ivic.gob.ve/?p=6051

viernes, 7 de diciembre de 2012

Exponen en Caracas fósiles de especies animales halladas en Venezuela


Caracas, 22 Nov. AVN.- Las profundidades del suelo venezolano guardan algo más que petróleo, prueba de ello es el Breal de Orocual, un hallazgo paleontológico en el que se han descubierto 34 especies de megafauna, o animales gigantes, pertenecientes al período pleistoceno, es decir, hace unos 2.5 millones de años atrás, y que serán expuestas en Pdvsa La Estancia, en Caracas.

Entre los descubrimientos hechos destaca la perezosa de seis metros de altura y el tigre dientes de sable que los científicos denominaron Homotherium Venezuelensis, en homenaje a todo el pueblo venezolano ya que es el primer espécimen de esta naturaleza encontrado en América Latina.

El yacimiento paleontológico Breal de Orocual fue localizado por Petróleos de Venezuela S.A (Pdvsa) en el estado Monagas durante trabajos de construcción de un oleoducto en junio del año 2006.

Beatrice Sansó de Ramírez, gerente general de Pdvsa La Estancia, comentó que en los estudios participan "unos 16 expertos de otros países que fueron al sitio", además de mantener "reuniones con los consejos comunales de la zona" para explicar "la importancia de lo que tenemos entre manos", refirió.


Sansó también explicó que fue el obrero José Campos, quien advirtió sobre la reserva de restos fósiles. Él "encontró huesos e inmediatamente avisó, la empresa entendió que se trataba de un tema importante se dirigió al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) y también al Instituto de Patrimonio Cultural (IPC)".

Entre las especies identificadas hay dantas, báquiros, caballos, camellos, rabipelados, cachicamos, culebras, tortugas, aves acuáticas, gavilanes, zamuros, tigres, monos, patos, entre otros.

En la sede principal de Pdvsa La Estancia, ubicada en Altamira, Caracas, estará abierta al público la exposición Breal de Orocual, desde las 8:30 de la mañana hasta las 6:00 de la tarde, donde se exhiben las especies encontradas en el yacimiento paleontológico.

"Queremos que los niños y las niñas de la patria se acerquen a la ciencia. No podemos dejarle el conocimiento a un grupo pequeño, nunca más los grupos meritocráticos, ahora el conocimiento es para todos", agregó Sanso.

El mejor momento de la ciencia

Al frente de esta investigación, que según los cálculos científicos continuará por años, se encuentra Ascanio Rincon, oriundo de un pueblito de la rivera del lago de Maracaibo, biólogo de formación y doctor en paleontología.

Rincón es uno de los dos paleontólogos con los que cuenta Venezuela y considera que "estamos en un momento espectacular de la ciencia, yo creo que el apoyo que ha dado el Gobierno a la ciencia en este momento es inédito".

El dirigente científico del Breal de Orocual se contenta al decir que existen tres venezolanos más estudiando paleontología y recuerda que descubrió su vocación al ver en un programa a unos señores buscando fósiles, los primeros fósiles humanos.

"Le dije a mi mamá: 'Quiero ser paleontólogo', ella me dijo, 'sí, mijo, lo que tu quieras (...) Luego escuché cuando le decía a mi papá: '¿Qué es eso de paleontología?' ", comentó.

Actualemente sus padres saben qué es la paleontología y él se dedica a capitalizar ese sueño que tuvo por primera vez a los ocho años, por eso le dice a los más pequeños: "El que quiere puede".
Desde 2008 el Breal de Orocual ha logrado cinco publicaciones en revistas científicas de carácter internacional. Los científicos señalaron que con 20 personas que revisen y estén pendientes del área, la investigación tardaría, por lo menos, 120 años.

La megafauna del Pleistoceno

Caracas, 22 Nov. El Universal.- En Monagas hallaron fósiles de 33 animales con 2,5 millones de años de antigüedad.
Garras de 40 centímetros poseía la enorme pereza del pleistoceno 
FOTOS CORTESÍA PDVSA LA ESTANCIA

Hace 2,5 millones de años, las perezas eran tan grandes y pesadas que no podían trepar a los árboles. Medían tres metros y eran muy panzonas.

Esto no es una presunción. Es una conclusión científica a la que se llegó con los huesos en la mano: los fósiles encontrados en el Breal de Orocual, en Monagas, que ha resultado ser el segundo yacimiento asfáltico más grande de América, después de Ranchos de la Brea, en California.

Un equipo liderado por Ascanio Rincón y conformado por expertos del Pdvsa, del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas y del Instituto de Patrimonio Cultural se han dedicado a explorar el yacimiento paleontológico y han encontrado restos de 33 especies del período pleistoceno, además de muestras vegetales, en una zona que hoy es árida pero que hace 2.500 millones de años -cuando aún no aparecía el homo sapiens- estaba plena de sabanas, bosques y ríos poblados con distintos animales.
Una cabeza de armadillo y el tigre Dientes de Cimitarra en la exhibición

Tan valioso yacimiento, el de Orocual, se halló casi por casualidad: José Campos, un obrero de Pdvsa excavaba en labores petroleras cuando percibió que los huesos que encontraban tenían un valor especial.

Las labores se detuvieron, los científicos fueron convocados y las excavaciones se desviaron para darle paso a las investigaciones paleontológicas en un área de 18 mil metros cuadrados y 37 mil pies cúbicos de asfalto, lleno de restos de tigres, dantas, báquiros, culebras, caballos, camellos, rabidepelados, cachicamos, osos hormigueros, monos, zamuros, patos, perezas, piercoespines y chigüires.

La pereza, Eremotherium sp, es sólo uno de los animales que se reconstruyeron tras recopilar, examinar e identificar los restos paleontológicos. Por ser el animal de mayor tamaño, es lo primero que se observa en la exposición de réplicas a escala real que sobre el Breal de Orocual se inauguró ayer en la sede de Pdvsa La Estancia, en Altamira.

Para Ascanio Rincón, tanto la riqueza del yacimiento como las excavaciones realizadas desde hace seis años ha colocado a Venezuela en la palestra paleontológica y ha logrado la reactivación de exploraciones en otros países del subcontinente donde se habían detenido en los años sesenta.

Quizás el más importante hallazgo del Breal de Orocual son los restos del tigre Dientes de Cimitarra porque es la primera vez que se halla en el continente americano. Por ello se le llamó científicamente -y así fue aprobado por la comunidad internacional- Homotherium venezuelensis. Su réplica a escala real también se encuentra en la exhibición de Pdvsa La Estancia, al igual que otro felino pleistocénico, el tigre Dientes de Sable.


En Pdvsa La Estancia se exhiben réplicas de nueve especies

Fósiles en La Estancia 

Los jardines de Pdvsa La Estancia son la antesala de un paseo paleontológico. Hasta febrero estará abierta la exhibición sobre el Breal de Orocual, con réplicas exactas de los fósiles de nueve animales, incluidos los tigres y la pereza gigante. Según explicó Beatrice Sansó de Ramírez, directora de Pdvsa La Estancia, la exhibición tiene rigor por la curaduría de científicos de las tres instituciones involucradas en el proyecto Orocual y, para atraer mejor a los niños, cuenta con dibujos de una paleoilustradora española y ambientación sonora.

Video el Breal de Orocual
Cortesía Youtube - TeleSUR
Fuente:
Agencia Venezolana de Noticias 
22/11/2012 19:11
http://www.avn.info.ve/node/143512

El Universal | Giuliana Chiappe
viernes 23 de noviembre de 2012  12:00 AM
http://www.eluniversal.com/vida/121123/la-megafauna-del-pleistoceno

Mientras tanto en los Valles del Tuy

Enviado por: TuyDesigner.
Para mas información sobre nuestra WEB y como publicar aquí visita: https://sites.google.com/site/paleovenezuela/

domingo, 2 de diciembre de 2012

Extraen en Mérida los restos de tres mastodontes

El investigador argentino, Alfredo Carlini, inspeccionó la zona andina.
Terminar de extraer los restos de tres mastodontes, identificarlos para luego exponerlos en una sala, en el estado Mérida, es el trabajo que realiza un grupo arqueólogos en la población Llano El Anís.

A los expertos locales se sumó Alfredo Carlini, profesor de anatomía comparada de la Facultad de Ciencias Naturales y del museo de la Universidad de La Plata, en Argentina, quien llegó hasta la ciudad para ayudar con las investigaciones de la fauna que predominó durante esa época.

“Estamos trabajando sobre un esqueleto parcial de un mastodonte y mi objetivo primario es ayudar en lo que pueda a que se termine la extracción y la identificación de estos restos para que vaya a la colección y luego haya un sitio en esta población para su exposición”, resaltó el experto.

El arqueólogo Alfredo Niño, de la Universidad de Los Andes, señaló que para conservar estos restos en Llano El Anís, utilizarán herramientas sencillas, entre ellas aplicar una capa de un sintético que reforzará los huesos y evitar que esos se degraden.

“Los vamos a impermeabilizar y luego sería ideal llevarlo a una colección oficial y hacer una réplica y llevarlo al lugar de donde fueron extraídos y así los vamos a conservar, explicó.

Por su parte, Lino Meneses, coordinador del Museo Arqueológico Gonzalo Picón Gutiérrez, en Mérida, señala que la principal función que tienen es investigar los contextos arqueológicos que dejaron en el subsuelo las sociedades antiguas, para que la gente conozca cómo vivieron los antiguos habitantes de Venezuela.

“Trabajamos con base en el proyecto y el más resaltante es el paleoarquelógico, ubicado en Llano El Anís, ya que en esa cordillera existió una laguna donde acudieron mastodontes, donde se alimentaban e hidrataban, ahí fallecieron y fueron encontrados miles de años después”, apuntó.

Precisó el experto argentino que los fechados absolutos no existen, pero están tomando muestras de sedimento para ver si se puede obtener una fecha precisa. “Si tomamos como referencia otros sitios en Venezuela donde esta especie de mamíferos se ha encontrado es probable que estos restos estén entre los 15 mil años de antigüedad”.

Destacó que el trabajo que se ha desarrollado es excelente, ya que los expertos de la Universidad de Los Andes, han hecho toda una excavación sobre una metodología biológica, con muchos altos estándares de calidad y procedimientos y los restos están muy bien conservados, esto ha permitido que el trabajo se está desarrollando progresivamente y aporta cada vez más cantidad de datos.

“Llevaremos unos pedazos de huesos para mostrar el ejemplar, además se van a procesar en un laboratorio en el museo de La Plata, en Argentina, para tratar de obtener colágeno antiguo y saber más de este ejemplar”, señaló.

También especificó que no saben si esas muestras van a dar resultados positivos porque el colágeno, uno de los componentes que se obtiene para los fechados, es un componente orgánico que tiende a perderse con el tiempo y depende su conservación en el lugar y la cantidad de agua que hubo en el periodo de fosilización para el resultado”.

Dijo el profesor que en la zona de excavación en Llano El Anís hay tres ejemplares distintos que probablemente pertenezcan a dos especies diferentes y la mayor cantidad de restos están en la excavación principal, otra excavación secundaria con restos aislados y otra zona donde son pocos los restos que muestran especies distintas.

Carlini ha visitado el país en cuatro oportunidades en trabajos en Urumaco, Coro, Taima Taima, Península de Paraguaná, con Mucuruchú, Cucuruchuco y Quebrada Ocando, lugares donde también se han encontrado restos de especies antiguas.

Fuente:
domingo 02 de diciembre de 2012 06:00 AM
Tubal José Padilla panorama@panodi.com. / Mérida
http://www.panorama.com.ve/portal/app/vista/detalle_noticia.php?id=44827


La verdadera historia del fin del cretácico


sábado, 1 de diciembre de 2012

Prólogo del Paleodiccionario

El paleodiccionario es un compendio de la terminología que se usa comúnmente en paleontología. Está pensado para todos aquellos que, como usted, desean encontrar el significado de palabras utilizadas en documentos científicos relacionadas al área paleontológica. Claro, enfocado en lo esencial, le ayudará a encontrar el conocimiento necesario para interpretar correctamente los diferentes términos utilizados en este blog y cualquier documento referente a la descripción de fósiles.

En cada publicación, el paleodiccionario contiene una lista de palabras útiles, que puede ser consultada en su totalidad a través del menú principal con el botón “Paleodiccionario”. También los términos pueden ser buscados fácilmente con el recuadro llamado “Buscar en este blog”, que se encuentra en la parte superior derecha del blog, solo coloque la palabra en el recuadro de búsqueda y presione el botón “buscar”, le mostrará una lista donde podrá seleccionar la letra que corresponda a la palabra, ejemplo: coloque la palabra lesothosaurus y deberá visualizarse “Paleodiccionario – Letra L” que corresponde a la primera letra de la palabra Lesothosaurus. Este método de búsqueda igualmente le listará las entradas de artículos que puedan tener dicha palabra, incluso si esta escrita de otra manera, como: lesothosaurio.

Es importante destacar que con las más de 1.000 palabras usadas en paleontología, el paleodiccionario también tiene almacenado la mayoría de dinosaurios descritos y se seguirán agregando a medida que se clasifican nuevas especies. Además se tiene la capacidad de agregar sugerencias de palabras que no se encuentran o simplemente su opinión que pueda enriquecer este diccionario en la parte de comentarios.

La publicación de cada letra del paleodiccionario se hará poco a poco, hasta llegar a la letra Z, cumpliendo parámetros de calidad. Si busca una palabra y no se encuentra en el paleodiccionario, es porque no se ha publicado todavía, le pedimos disculpas y lo haremos tan pronto nuestro tiempo lo permita, recuerde que nuestro trabajo es ad honorem y este proyecto de PaleoVenezuela lo hacemos en nuestro tiempo libre con el único propósito de llevar conocimiento de la ciencia paleontológica a todos los Venezolanos.

Gracias.
Equipo PaleoVenezuela

sábado, 17 de noviembre de 2012

Identifican restos de caimán venezolano del Pleistoceno


Los restos, hallados en Monagas, tienen 2,5 millones de años de antigüedad
Los científicos estiman que los restos pertenecían a un animal macho y joven. 
CORTESÍA IVIC



Caiman venezuelensis es el nombre escogido para registrar taxonómicamente al reptil encontrado en la zona del Breal de Orocual, en Monagas, y que se presume habitó el lugar hace aproximadamente 2,5 millones de años.

La categoría taxonómica para este habitante del Pleistoceno nunca antes visto en el país fue planteada por Ascanio Rincón, investigador de laboratorio de Biología de Organismos del Centro de Ecología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas y Daniel Fortier, investigador brasileño experto en caimanes. El trabajo de investigación será publicado a finales de 2012 en la revista Quaternary Internacional

Las excavaciones realizadas en 2006, en un principio para la construcción de un oleoducto por parte de Petróleos de Venezuela dieron con el hallazgo de fósiles que pusieron en evidencia al ecosistema de épocas remotas en el área de Orocual. Caballos, dantas, báquiros, rabipelados, tortugas, aves acuáticas, así como el primer espécimen del tigre dientes de cimitarra venezolano - identificado como Homotherium venezuelensis- fueron encontrados en el pozo de asfalto con una superficie de más de 18.000 metros cuadrados.

Entre los restos se rescataron alrededor de 45 piezas del caimán, que representan el primer registro obtenido en el país de la existencia de estos reptiles durante el Pleistoceno, tiempo geológico que transcurrió entre 2,5 millones de años y 10 mil años antes del presente.

"Los restos de estos caimanes nos sugieren que para ese entonces, cuando el  Homotherium venezuelensis estaba viviendo en el Breal de Orocual, el ecosistema estaba compuesto por lagunas y ríos donde también habitaban estos reptiles que registramos por primera vez" explicó Rincón, quien destacó que generalmente en las excavaciones paleontológicas no se presta atención a los fósiles de estos animales, porque existen en la actualidad, aun cuando ofrecen información muy valiosa sobre las condiciones climáticas pasadas.

El Caiman venezuelensis, especie extinta, probablemente poseía características similares a la baba moderna Caiman crocodilus, que podía alcanzar hasta 2,5 metros de largo y pesar alrededor de 50 kilogramos. El reptil se diferenciaba de su par moderno, porque carecía de los dos orificios en el hocico para calzar los dientes inferiores.

El fósil de mandíbula de uno de los especímenes mide 24,6 milímetros de largo y debido al tamaño del cráneo, se presume que perteneció a un individuo joven. Sin embargo, todavía se desconoce el número de ejemplares encontrados.

El hallazgo daría luces sobre la diversidad de caimanes en Suramérica, pues los fósiles de estos reptiles se han encontrado de manera fragmentaria en dicha zona del continente. Por ello, se pretende continuar con las excavaciones para obtener mayor información sobre la especie y su interrelación con el resto de la fauna del Pleistoceno.

Fuentes:
EL UNIVERSAL
jueves 15 de noviembre de 2012  12:00 AM
http://www.eluniversal.com/vida/121115/identifican-restos-de-caiman-venezolano-del-pleistoceno
miércoles 14 de noviembre de 2012  03:08 PM
http://www.eluniversal.com/vida/121114/identifican-restos-de-caiman-venezolano-del-pleistoceno

sábado, 20 de octubre de 2012

Estudiantes y profesionales se formaron en programa de conservación de la biodiversidad


Ocho proyectos se pusieron en marcha

Sumar esfuerzos para la preservación de las especies de flora y fauna venezolanas, así como recolectar información valiosa sobre los fósiles de las mismas, ocupó parte de las labores de los ocho proyectos ejecutados por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) a través del “Programa de apoyo a la conservación de la biodiversidad en Venezuela”.

Durante dos años de ejecución (2009-2011), se entrenaron a cuatro profesionales nacionales y cuatro extranjeros, al tiempo que más de 30 estudiantes participaron en actividades formativas, entre las cuales se incluyeron talleres y conferencias. Además, tres estudiantes pudieron culminar sus pasantías académicas y se brindó asesoría a profesionales y estudiantes de doctorado.

Los proyectos todavía siguen en pie y generando resultados, a pesar de haber finalizado el convenio de financiamiento establecido entre el IVIC y la empresa Total Venezuela S.A en el marco de la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti), afirmó el Dr. Jon Paul Rodríguez, investigador del Centro de Ecología del IVIC, durante la presentación pública de los resultados del programa organizada por la Unidad de Biodiversidad (BiodiVen) del instituto.

Parte de los recursos del convenio de cooperación sirvieron para fortalecer la infraestructura del Centro de Ecología y adecuarla a las necesidades de las investigaciones.

Conteo para conservar

El cambio climático, la incidencia de fenómenos naturales y las actividades humanas han permitido la extinción de algunas especies. Alrededor de 80 especies de mamíferos han desaparecido del planeta en los últimos 500 años, según un estudio de la Universidad de California (Estados Unidos), donde también se advierte que de continuar el ritmo actual de extinción, pudiesen dejar de existir más de tres cuartas partes de estos seres vivos.

Conocer el estado actual, la localización y la distribución de las especies en riesgo o no de extinción, es de importancia para propiciar conductas que contribuyan a su conservación.

“Los investigadores debemos convertir la información científica en productos útiles para las personas” resaltó Rodríguez.

Por ello, el programa privilegió el levantamiento de información valiosa sobre las áreas protegidas del país, especies vivas y fósiles. Actualizar los datos digitales sobre parques nacionales, monumentos naturales, refugios y reservas de fauna y reservas de biosfera; levantar bases de datos de abundancia y distribución de grupos de escarabajos y mariposas diurnas criollas; realizar un inventario de aves del parque nacional Yacambú (Lara) y hacer un mapeo de la variabilidad genética de las especies vegetales de los bosques secos venezolanos, forman parte de las investigaciones.

Además, el equipo cristalizó tres trabajos de mapeo. Con NeoMapas se obtuvo información sobre la biodiversidad neotropical venezolana; con GeoMapas se precisaron herramientas para identificar especies; mientras que con PaleoMapas se lograron detectar las colecciones públicas y privadas de fósiles, tanto de seres humanos como de otras especies.

Fuente:
NB / NOTA DE PRENSA INSTITUTO VENEZOLANO DE INVESTIGACIONES CIENTÍFICAS
16 DE OCTUBRE 2012 - 03:12 PM
http://www.el-nacional.com/ciencia_y_ambiente/Estudiantes-profesionales-formaron-conservacion-biodiversidad_0_64193702.html

El premio al mejor disfraz es...

Mientras tanto en Google...

Que problemita para los T-Rex pedir un deseo

Imagen de Xouva


Mientras tanto en el jurásico...




Business Dinners

Imagen de Wawawiwa!

Que cola tan larga!


Imagen de Wawawiwa!


domingo, 7 de octubre de 2012

Philosoraptor N° 2




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Tipos de publicación en PaleoVenezuela


Con el fin de interactuar con nuestros usuarios de PaleoVenezuela se han creado dos tipos de publicaciones. Se puede enviar aportes a través de la cuenta de correo electrónico especificada en la parte de abajo. Tú también puedes colaborar y ver tu aporte publicado para que miles de personas lo vean.

PaleoArtículos: aquí podrás enviar información desde fotos de fósiles (en la que nosotros nos encargaremos de la redacción del artículo), descubrimientos fósiles, hasta artículos completamente redactados por ti, o cualquier otro dato importante que puedas proporcionarnos que merezca ser publicado en PaleoVenezuela. Para más detalles de cómo puedes colaborar en los PaleoArtículos por favor haz clic aquí.

PaleoMemes: Una característica que define al Venezolano es el humor. En esta sección podrás enviarnos imágenes cómicas o memes con relación a animales prehistóricos compuestas por ti o de referencia a alguna WEB, con el fin de publicarla en PaleoVenezuela. Para más detalles de cómo puedes colaborar en los PaleoMemes por favor haz clic aquí.

Nota: Si tienes algún artículo de prensa relacionado con paleontología que no está en PaleoHemeroteca puedes enviárnoslo a nuestra dirección de correo electrónico especificada en la parte de abajo o si falta alguna palabra por definir en las publicaciones de PaleoDiccionario (próximamente) y está relacionado a Paleontología igualmente notifícalo vía correo electrónico o por comentario en la parte inferior de su respectivo artículo y con gusto la agregaremos.
Importante: El tiempo que se tomará el equipo de desarrollo dependerá de flujo de trabajo que se tenga, si enviaste un aporte ten paciencia que se te publicará cuando esté completamente listo, a pesar de trabajar con agenda es imposible proporcionar una fecha de publicación aproximada.

Si deseas tener más información sobre estos cambios en PaleoVenezuela por favor visita este link: https://sites.google.com/site/paleovenezuela/

Philosoraptor N° 1




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domingo, 16 de septiembre de 2012

Científicos descubren claves entre el clima y los océanos con fósiles Venezolanos


Un registro nuevo de los cambios de temperatura ocurridos en el pasado en la subsuperficie del océano Atlántico tropical proporciona una clave sobre el porqué de la alta sensibilidad del clima de la Tierra a los patrones de circulación oceánica, sostienen científicos climáticos de la Universidad de Texas A&M.

El oceanógrafo geológico Matthew Schmidt y dos de sus alumnos graduados se sumaron a Ping Chang, un oceanógrafo físico y modelador climático, para revelar una importante conexión entre los trópicos y la alta latitud del Atlántico norte. Sus hallazgos se publicaron en el último número de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

 (Izq. a der.) Los investigadores Link Ji, Ping Chang, 
Matthew Schmidt y Jennifer Hertzberg. (Foto: tamutimes.tamu.edu)

Los investigadores utilizaron pistas geotérmicas en fósiles llamados foraminíferas -unas criaturas marinas diminutas con un caparazón duro- que recolectaron de un bloque de sedimentos de la costa norte de Venezuela. Con estas muestras generaron un registro de 22.000 años de la temperatura del océano y los cambios en la salinidad en aguas de menos de 1.500 pies (457,2 metros) de profundidad en el Atlántico tropical occidental. También simularon modelos del cambio climático global bajo las condiciones climáticas pasadas para interpretar este nuevo registro observacional en el contexto de los cambios en la fuerza de circulación termohalina (o cinta transportadora oceánica) global.

Foraminífera viva. (Foto: Howard Spero, University of California Davis)

“Lo que encontramos es que las temperaturas por debajo de la subsuperficie en el Atlántico tropical occidental se calentaban rápidamente durante los periodos fríos de la Tierra en el pasado”, explica Schmidt.

“Junto con nuestros experimentos nuevos de modelaje, creemos que esto muestra que cuando la circulación disminuía durante los periodos fríos del pasado, las aguas cálidas subsuperficiales que normalmente quedan atrapadas en el Atlántico norte subtropical fluían hacia el Sur y calentaban rápidamente los trópicos. Cuando los trópicos se calentaban, alteraban los patrones climáticos de todo el planeta.”

El científico destacó que como un ejemplo, si las temperaturas oceánicas se calentaran a lo largo de la costa oeste de África, se reducirían drásticamente las lluvias monzónicas en esa región, lo que afectaría a millones de personas que viven en África subsahariana.

Además, los investigadores señalan que la flujo cálido del océano hacia el Sur durante los periodos fríos en el Atlántico norte también provoca lluvias en la zona de los trópicos conocida como Zona de Convergencia Intertropical para migrar hacia el Sur, lo que ocasiona condiciones mucho más secas en los países del norte de América del Sur y más húmedas en el Atlántico sur.

“Hay cada vez más evidencia de que el sistema climático del planeta tiene disparadores sensibles que pueden provocar cambios abruptos y dramáticos en el clima global”, agrega Schmidt.

“Lo que descubrimos en la reconstrucción que hicimos de lo que sucede en la subsuperficie fue que el comienzo de las temperaturas más cálidas, que se cree reflejan la apertura de este mecanismo de ‘entrada’, ocurrió en muy pocos siglos. También nos dice que debería ser una buena idea monitorear las temperaturas subsuperficiales en el Atlántico tropical occidental para evaluar cómo la fuerza de la circulación oceánica podría cambiar en las próximas décadas, a medida que el clima de la Tierra continúa tornándose más cálido.”

“Un modo de preparase para el cambio climático en el futuro es mejorar nuestra comprensión de cómo operaba en el pasado reciente.”

Fuente:
www.fis.com
ESTADOS UNIDOS
Thursday, August 30, 2012, 02:00 (GMT + 9)
http://fis.com/fis/worldnews/worldnews.asp?monthyear=&day=30&id=54966&l=s&special=&ndb=1%20target=

domingo, 19 de agosto de 2012

Todo sobre el Barinasuchus arveloi



Barinasuchus pertenece a un grupo extinto de reptiles crocodiliformes venezolano clasificado en la Infraorden Sebecosuchia, descubierto en la Formación de Parángula en el estado Barinas por lugareños en 1982 y catalogado por: Alfredo Paolillo y Omar J. Linares en 2007. Se clasificó como Barinasuchus arveloi. Su nombre genérico "Barinasuchus" deriva del término “Barinas”, denominación del estado en Venezuela al que pertenece la localidad donde fue hallado y de la latinización en masculino del término griego “souchos”, que significa cocodrilo. El nombre de la especie proviene en homenaje al apellido de Alberto Arvelo Torrealba (03/09/1905 - 28/03/1971) que fue un poeta, político, diplomático y crítico literario venezolano y de quien se dio el nombre al museo en donde se encuentra actualmente el fósil.

Foto del Barinasuchus arveloi expuesto en el Museo Alberto Arvelo Torrealba


Características del Barinasuchus arveloi

  • Dimensiones: Craneo de 70 cm que comparativamente con otras especies su largo total pudiera llegar hasta 6 m de longitud.
  • Alimentación: carnívoro / carroñero.
  • Vivió: En el Mioceno medio entre 13 y 15 millones de años, en Suramérica.
  • Velocidad de desplazamiento: Pudo haber alcanzado una velocidad aproximada a los 20 km/h a cuatro patas y un poco más rápido si lograba una marcha bípeda en cortos trayectos.

Detalle del fósil Barinasuchus arveloi. Foto A: plano lateral izquierdo. 
Foto B: plano dorsal. Foto C: plano ventral.


Características anatómicas y comportamiento:
El Barinasuchus arveloi tenía narinas que se ubican en la punta de la cabeza, lo que sugiere que pudo haber vivido más en tierra que en el agua, hay que recordar que las narinas de los crocodiliformes acuáticos actuales normalmente se encuentran de lado a lado sobre una prominencia en la cima del hocico, para respirar sin tener que exponer toda la cabeza fuera del agua y de esa manera emboscar a sus presas en el momento que necesiten el preciado líquido. Motivado a la posición característica de la abertura nasal del barinasuchus se cree que debió haber tenido más hábitos terrestres que sus primos acuáticos.
Representación artística del Barinasuchus arveloi
Imagen de: HodariNundu

A juzgar por el cráneo que está lateralmente (de lado a lado) comprimido en el Barinasuchus arveloi, una característica compartida con otros reptiles terrestres como los dinosaurios terópodos, se cree que debió haber tenido comportamientos de caza terrestre, prefería emboscar a sus presas en tierra, perseguirlas como los actuales dragones de komodo (Varanus komodoensis) e incluso comer carroña.

No se han encontrado otras partes fósiles del Barinasuchus arveloi, solo su cráneo. Sin embargo entre los once Sebecosuchia al que pertenece el reptil venezolano, descritos con nomenclatura genérica y formal, sólo cinco cuentan con restos fosilizados que disponen de al menos una parte de la zona posterior del cráneo; estos son: Cynodontosuchus rothi, Bretesuchus bonapartei, Sebecus icaeorhinus, Baurusuchus pachecoi y Stratiotosuchus maxhechti, estos dos últimos, estudiando sus restos fósiles, se entiende que habitaron en sistemas fluviales con ríos sinuosos, por lo que se cree que su comportamiento alimenticio sea relacionado a esta zona como los actuales cocodrilos, pero de los otros por sus largas patas traseras se deduce que tenían hábitos terrestres.
Comparación corporal entre un ser humano promedio y el Barinasuchus arveloi

Debido al gran desarrollo del fémur y el cuarto trocánter en algunos de los sebecosuquios se cree que tuvieron suficiente musculatura para poder mantener una marcha erguida por un corto período de tiempo en el momento de cazar a sus presas terrestres, la morfología representativa de sus cráneos, mandíbulas y dentición sugieren hábitos depredadores de otros vertebrados.

Motivado a todas las características anteriormente descritas, se conjetura que el Barinasuchus arveloi debió haber habitado en bosques tropicales y subtropicales.

Clasificación científica del Barinasuchus arveloi:
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Sauropsida
Orden: Crocodilia
Infraorden: Sebecosuchia
Familia: Sebecidae
Género: Barinasuchus 
PAOLILLO & LINARES, 2007
Especie: B. arveloi 
PAOLILLO & LINARES, 2007

Curiosidades del Barinasuchus arveloi:
● El Museo Alberto Arvelo Torrealba tenía muy bien conservado el fósil del raro reptil colectado por lugareños en 1982 y sin clasificar, luego la dirección del museo prestó el fósil a los investigadores Alfredo Paolillo y Omar J. del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad Simón Bolívar para su preparación y estudio, clasificándolo como Barinasuchus arveloi en el 2007 y puede ser visitado actualmente en la esquina entre la Av. Medina Jiménez y la calle 5 de Julio, a una cuadra de la Plaza Bolívar en Barinas.
Fotos del Museo Alberto Arvelo Torrealba


● A pesar de que el origen de su infraorden sebecosuchia esta discutida, se cree que los primeros sebecosuchios habrían tenido su origen evolutivo durante Cretácico de América del Sur a partir de un “sebecosuquio ancestral” hasta sus últimos decendientes encontrados durante la época del Mioceno medio, con distribución de las familias Baurusuchidae (Argentina y Brasil), Bretesuchidae (Argentina y Bolivia) y Sebecidae (Argentina, Colombia y Perú), según cada caso.

● El fósil del Barinasuchus arveloi apareció recubierto por una arenisca de grano fino y color gris claro, sin restos de microfósiles asociados. La localidad con vertebrados fósiles (en general restos de tortugas y cocodrilos en sedimentos fluviales) más próxima a la localidad del Barinasuchus se encuentra a unos 45 km al Noreste, en las márgenes del río Tucupido (estado Portuguesa), donde Collins (1934) registró restos de un mamífero perezoso terrestre, específicamente el Pseudoprepotherium venezuelanum, consultar Hoffstetter, 1961; Hirschfeld, 1985. El tipo de rocas de ambas localidades es similar y se corresponden con aquella descrita para la parte superior de la Formación Parángula. No obstante, la localidad con vertebrados fósiles del río Tucupido ha sido generalmente interpretada en la geología venezolana como perteneciente a la Formación Río Yuca, suprayacente a la Formación Parángula. Sin embargo, y de acuerdo a exploraciones a la localidad de Collins por científicos, se aclara nuevamente que el nivel portador corresponde al tope de la Formación Parángula. El contenido de microfósiles presente en la Formación Parángula ha sugerido una edad Mioceno temprano-medio (Léxico Estratigráfico de Venezuela, 1997), sin embargo, estudios bioestratigráficos recientes indican que esta formación en su sección tipo no es más vieja que Mioceno medio (Pierce, 1960; Constanzo et al, 2001), basado en la presencia del polen Echitricolporites spinosus.
Mapa geológico del frente de montaña de la región de Barinas mostrando las diferentes formaciones geológicas de la zona. 
La localidad típica de Barinasuchus arveloi es indicada con una estrella.


● Barinasuchus arveloi no es un dinosaurio, es un reptil que existió en Venezuela aproximadamente hace 13 millones de años, esto es alrededor de 52 millones de años después de que los dinosaurios se habían extinguido, durante el pleno auge de la Mega Fauna en el Mioceno medio y relativamente reciente tomando en cuenta el largo tiempo que tienen los crocodiliformes que es aproximadamente unos 228 millones de años hasta el presente.

● El Género Barinasuchus fue exclusivo de América latina y fue uno de los últimos en su especie, ya que no quedó actualmente un linaje evolutivo directo de estos reptiles, grandes cambios geológicos ocurrieron para la época lo cual pudo ser causa de su extinción.

● El nombre de la especie del Barinasuchus Venezolano es "arveloi" que proviene en homenaje al apellido del poeta barinés de gran fama Alberto Arvelo Torrealba y que fue clasificado en 2007. Los investigadores Ortea J. y Espinosa J. habían usado esta latinización con una babosa marina nudibranchia denominada en 1998: Flabellina arveloi hallada en Cabo Verde al oeste de África y que existe actualmente en esa parte del océano Atlántico, la cual comparte el mismo nombre de especie con el reptil barinés pero que no tienen nada que ver uno con el otro.
Foto de Flabellina arveloi babosa marina nudibranchia que comparte 
con el Barinasuchus arveloi el mismo nombre de especie. 

Fuentes:
  • Laboratorio de Paleobiología, Departamento de Estudios Ambientales, Universidad Simón Bolívar http://www.paleobio.labb.usb.ve/Paleobio03.pdf
  • Fotos cortesía de wikipedia
  • Foto de Flabellina arveloi cortesía de: http://www.seaslugforum.net/find/flabarve
  • Agradecemos al pueblo de Barinas por su ayuda y en especial a Alfredo Paolillo y Omar J. Linares por su Investigación, documentación y estudio tan detallado sobre el Barinasuchus arveloi.